Nosotros, los representantes de las empresas polacas del mercado de criptomoneda, preocupados por la protección de los clientes que operan en el mercado, pedimos que se vete el proyecto de ley sobre el mercado de criptomoneda en su forma actual.
Aunque formalmente la ley pretende aplicar el reglamento MiCA de la UE, en la práctica va mucho más allá. En lugar de limitarse a garantizar que el mercado funcione de acuerdo con la legislación europea de forma transparente y proporcionada, introduce decenas de páginas de normativa adicional, sanciones penales inéditas en otros países de la UE y numerosas obligaciones administrativas, lo que convierte al proyecto polaco en la ley más restrictiva de este tipo en toda la Unión Europea.
El efecto será obligar a las entidades polacas a emigrar a otras jurisdicciones. Esto significa que millones de clientes polacos tendrán que buscar la protección de sus derechos en entidades extranjeras.
Un estudio reciente de Kraken ("Forbes Poland", octubre de 2025) muestra que el 30,9% de los polacos ya invierten en criptomonedas, lo que supone varios millones de personas, no sólo consumidores, sino también votantes.
En comparación, en Polonia sólo hay 321 000 cuentas de corretaje activas.
La normativa elaborada por el Ministerio de Hacienda, sin tener en cuenta las exigencias del mercado, afecta por tanto a una docena de veces más personas, razón de más para perfeccionarla.
Mientras tanto, se aprobaron más de 40 enmiendas en el Sejm y más de 80 en el Senado, lo que demuestra que el grado de preparación de la ley en esta avanzada fase legislativa no era suficiente.
Estamos a favor de establecer normas adecuadas para el funcionamiento del mercado, eliminando del mismo a defraudadores y delincuentes; sin embargo, las soluciones introducidas no garantizarán esto, sino que ahogarán cualquier innovación en el mercado web3 en Polonia.
No se trata sólo de una cuestión normativa, sino también económica.
Se trata de la competitividad internacional de la economía polaca y de la capacidad de innovación de las empresas polacas.
La aprobación de esta ley en su forma actual significaría que el capital polaco se vería expulsado de su propio mercado y se perderían las oportunidades de expansión exterior de las startups polacas.
En la práctica, esto significa que las empresas que hoy operan en Polonia -financiadas con fondos nacionales, que emplean a especialistas polacos, crean empleo aquí y pagan impuestos- serán desplazadas por entidades extranjeras (normalmente de Alemania, Austria y los Países Bajos).
En cambio, los polacos, en caso de litigio, tendrán que resolverlo en tribunales extranjeros, y no en su país de origen.
En nuestra opinión, la forma actual de la Ley puede violar numerosas disposiciones de la Ley Fundamental, entre ellas:
La ley polaca introduce un exceso de regulación (el llamado gold-plating) sin precedentes en otros países de la UE.
Como consecuencia, nuestro mercado web3 se convertirá en el menos competitivo de Europa.
Tales disposiciones pueden infringir, entre otras cosas:
La Unión aspira a unas reglas del juego uniformes en toda la Comunidad, algo que contradice la normativa polaca.
Polonia tiene un gran potencial para convertirse en un centro europeo de tecnología financiera y blockchain, siempre que el marco regulador sea proporcionado y favorable a la innovación.
Tenemos algunos de los mejores especialistas informáticos del mundo, una banca minorista desarrollada y modernos sistemas de pago. Sin embargo, tal y como está estructurada la ley, esto no será posible.
Entre 2012 y 2014, Polonia fue uno de los líderes del mercado mundial de criptodivisas.
Algunas de las primeras empresas de este tipo en Europa se establecieron aquí, y el zloty fue la tercera moneda más intercambiada por bitcoins (después del yen y el dólar estadounidense).
El mercado ha participado en la elaboración de normas y en la autorregulación, entre otros medios:
Lamentablemente, en respuesta, la FSC lanzó una campaña para limitar el crecimiento del mercado: se desalentaron las criptomonedas, se cerraron cuentas de empresas y algunas se trasladaron al extranjero.
En cambio, en el registro de 2021 se incluyeron cientos de entidades no verificadas, lo que provocó la intervención de gobiernos extranjeros.
El mercado participa activamente en la consulta, pero sigue faltando diálogo y comprensión por parte del Gobierno de que una opresión excesiva destruye la innovación.
Desde la llegada al poder del presidente Donald Trump, Estados Unidos ha apoyado el desarrollo del sector web3.
La Unión Europea va en dirección contraria -y Polonia aún más, restringiendo este desarrollo-.
El 28 de mayo de 2025, antes de la segunda vuelta de las elecciones presidenciales, el Presidente hizo una promesa pública, diciendo:
"Polonia debe ser un lugar donde se cree innovación, no regulación.
Como Presidente, seré el garante de que no entren en vigor leyes zamordistas que restrinjan vuestra libertad".
Le rogamos que cumpla su palabra y colabore para garantizar que Polonia sea un país donde se crea innovación y florece la libertad económica, y no un lugar donde los empresarios van a la cárcel por errores menores.
Nos declaramos dispuestos a cooperar en la creación de una nueva ley, basada en el principio UE+0, es decir, sin normativas nacionales redundantes.
También pedimos que la Oficina de la Autoridad de Supervisión Financiera (FSC) no siga siendo el supervisor del mercado de tecnología financiera basada en blockchain.
Los datos muestran que la FSC es uno de los reguladores más restrictivos y menos flexibles de la UE:
Como consecuencia, las empresas polacas tienen que obtener licencias en el extranjero, pagar impuestos allí y recurrir a tribunales extranjeros.
Esperamos una normativa justa, proporcionada y previsible, acorde con los principios de la UE y la Constitución polaca.
Reglamentos que:
Pedimos al Presidente que vete el proyecto de ley y lo remita para su reelaboración,
o que presente su propio proyecto de ley, que declaramos que podemos apoyar sustancialmente o del que somos coautores.
Nos gustaría que Polonia -a pesar de las numerosas normativas impuestas por Bruselas- se convirtiera en uno de los mercados más competitivos del mundo.
El mundo entero avanza hacia unas finanzas modernas, en las que el coste del capital disminuye y las liquidaciones se realizan en segundos.
Queremos unirnos a estas tendencias, no ir en contra de ellas.